martes, 9 de febrero de 2010

Artículo de Gonzalo Morís y Alfonso Canteli, representantes de la Asociación de Amigos del Museo Etnográfico de Grandas de Salime y de la Universidad, en el Consorcio para la Gestión del Museo de Grandas.

Sobre el Museo Etnográfico de Grandas de Salime y su Consorcio

La creación del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, fruto de los esfuerzos de José Naveiras Escanlar “Pepe el Ferreiro”, es una de las iniciativas más notables que han tenido lugar en Asturias para la protección y estudio del Patrimonio etnográfico de la Región. No se confunda: estas no son nuestras palabras, sino el preámbulo que encabeza los Estatutos del Consorcio para la Gestión del Museo Etnográfico de Grandas de Salime. Y continúa: Nace bajo el patrocinio de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Principado de Asturias y del Ayuntamiento de Grandas de Salime, que colaboran directamente con su fundador.

El último párrafo nos recuerda la experiencia que vivió el profesor Emilio Bautista en una visita que realizó, como Director de la ETSII de Madrid, a una Universidad de Hungría durante los años del comunismo, cuando allí se afanaban en presentar los logros del régimen. Para terminar la conversación, el profesor Bautista, ahíto de las alabanzas escuchadas, presentó una última cuestión por pura cortesía sobre cómo se elegían los cargos de aquella Universidad. El responsable expuso (en húngaro) su particular visión sobre las excelencias democráticas de su institución, mientras la joven traductora tomaba nota. Cuando acabó la perorata, aquélla, con una voz cansina y monótona, fue traduciendo una a una aquellas maravillas concluyendo, sin traicionar el menor cambio de tono o emoción, como si efectivamente formara parte de la traducción real: “y esto, como todo lo anterior es todo mentira”.

El grado de incumplimiento de los estatutos del Consorcio en ciertos casos ha sido flagrante: tanto el alcalde de Grandas de Salime como el representante de Cajastur no han tenido el más mínimo reparo en reconocer, según consta en las actas del Consorcio, que no han aportado la cantidad convenida (Artículo 19.2 de los estatutos) al Museo desde hace unos cinco años, en el primer caso, y más de diez años, en el segundo caso, en una clara dejación de sus compromisos.

Sobre la posible creencia que es el Consorcio el que ha decidido el cese de Pepe conviene aclarar que, efectivamente, esta decisión por guardar las formas, se sometió a democrática votación, pero no es menos cierto que estaba tomada de antemano, puesto que como punto 5 del orden del día figuraba “Cese y nombramiento del director”, y que ya se había buscado un sustituto antes de conocer la opinión o decisión del conjunto del Consorcio. Sustituto que ya estaba camino de Grandas de Salime antes de debatirse ese punto 5. Y es que no debe de extrañar la seguridad que existía sobre la decisión de la mayoría del Consorcio: cuatro de sus ocho componentes proceden de Consejerías del Gobierno Regional, el quinto es el alcalde de Grandas de Salime y el sexto pertenece a Cajastur. De ahí que ese sesgo político del Consorcio nos permita albergar dudas sobre si su composición es la idónea para garantizar unos sanos criterios profesionales que aseguren el éxito etnográfico del Museo.

En la reunión se trató de derivar el tema de fondo hacia la “filtración” a la prensa de la noticia. Que sepamos, según los estatutos, no hemos contraído ningún deber de confidencialidad relativa a mantener en secreto el orden del día de la reunión del Consorcio. Nuestra función, como representantes respectivamente de la Universidad y de la Asociación de Amigos del Museo, aparte de gastos y, por lo que se ve ahora, de disgustos, no nos aporta más que el enriquecimiento que supone la vivencia de una dura experiencia humana. La pretensión de que nosotros, eludiéramos ponernos en contacto de inmediato con Pepe, al comprobar cómo se fraguaba con oscurantismo el “Cese y sustitución del director” (ni siquiera se añadía “del Museo”, lo que revela la intencionalidad), no es de recibo. Por supuesto que a Pepe no se le había comunicado la mala nueva. Claro que lo de “filtrar” es un tic político de los partidos, que atañe a los que tienen competencias y cobran por un cargo, algo que no es aquí el caso. Ni siquiera tuvimos el mérito de ser nosotros los que nos dirigimos a la prensa, aunque sólo cabe felicitar a quien optó por hacerlo.

De ahí que dado que las funciones del Museo han sido cumplidas mucho más que satisfactoriamente, cabe deducir que el cese no ha sido una penalización por una mala gestión o por un fracaso cultural del Museo, sino el resultado de un “proyecto político” para el que tal vez Pepe, siempre pensando en una mejora del Museo y en su expansión, no ofrecía las garantías que esa misión política requería. Como miembros del Consorcio desconocemos esa trascendental misión futura del Museo, que aún no se nos comunicó. De los argumentos aportados por el Sr. Alcalde de Grandas durante la malhadada sesión preferimos olvidarnos por no ser dignos de consideración. Mal que bien, nuestra formación como docentes nos impide dar credibilidad a unas aseveraciones gratuitas, acientíficas y obviamente falsas, como las que el Sr. Alcalde se atrevió a expresar.

Lo que conviene aclarar a esos detractores de Pepe que argumentan “es que hay que mirar por el contribuyente” para justificar su cese, tratando de atribuirle una gravosa gestión, es que nada hay mejor que analizar esa gestión para probar justamente lo contrario: el beneficio que ha supuesto para el contribuyente. Ahí están los cerca de 400.000 Euros de saldo. Recuerden el coste adicional que va a tener, de inmediato, la contratación del nuevo director. Pepe puso en ese proyecto de Museo toda su vida: fe ilusión y sacrificio en el futuro del Museo, profundo saber etnográfico, arraigo pleno en la comarca y en la región, alto conocimiento de sus costumbres y tradiciones, implicación en la adquisición de piezas y compromiso artesanal hasta el límite para la restauración directa en el taller de los objetos adquiridos o en situación de cesión, obtención de subvenciones por iniciativa propia, consecución de subvenciones de la administración central, ejecución material de edificios, transporte de hórreos y molino piedra a piedra, disposición de guías voluntarias a quien lo requería, en especial a todos los escolares que año tras año aparecían por aquel remoto paraje y contribución directa en ideas, que van desde la propia restauración del edificio inicial y aledaños hasta el logotipo del museo y que convenza a un amplio círculo de entusiastas para ceder material al museo, porque el proyecto vale la pena. Su mediación en la promoción arqueológica del Chao San Martín fue providencial convenciendo a la administración por procedimientos heterodoxos de la importancia de proceder a una excavación de un castro, a la que inicialmente se mostró muy reticente, y que hoy es una referencia de la arqueología asturiana, rompiendo esquema tras esquema de la visión que se tenía de los castros prehistóricos. Podíamos continuar pero ya no hay espacio.

En cualquier caso, queremos evocar ahora la actuación de aquellos políticos, como Manuel de la Cera, Trinidad Fernández, Carlos Madera y Adolfo Rodríguez Asensio, por citar solamente algunos, ya que seguro que omitimos injustamente alguno más, que, en aras del bien del Museo y del interés común, supieron contener una saludable indignación ante las no-siempre justificadas salidas de Pepe el Ferreiro. Ellos, renunciaron en ocasiones a su legítimo derecho de réplica y a su orgullo en favor del Museo y del interés público y, por ello, merecen nuestro reconocimiento, en especial ahora.

Sólo nos queda expresar el deseo y la esperanza de que haya posibilidad de rectificación por parte de esa parte del Consorcio que decidió el cese, para reconducir esta lamentable situación por el presente del Museo y por el futuro de la cultura etnográfica en Asturias.


Gijón 9 de febrero de 2010.

6 comentarios:

  1. Mis felicitaciones al Sr. Morís y Canteli por este excelente artículo.

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  2. Esto es lo que necesitábamos leer. Verdades como puños y de primera mano. Muchas gracias.

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  3. Un gran artículo y ayer un éxito como el de Grandas.
    Los pancistas están nerviosos y no les faltan razones para ello.

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  4. Pepe, no sé si estarás para bromas, pero esto ya alcanza el SUBREALISMO, los sinvergüenzas estos dicen ahora por boca de su brillante Consejera de Cultura (Nueva España, 16-2) que "el consorcio del museo tuvo que cubrir descubiertos económicos" y que "en el desván (del museo) se guardaba dinero en una caja"... ¿Tenías escondidas dos boinas de repuesto que te habías comprado con los fondos sisados? ¿Y comida para la corneja Perico?... ¿O un billete de avión en clase de lujo para venir a verme a Bruselas? (¿por fin vas a poder venir?)
    Esto CLAMA YA AL CIELO.
    ¿Cómo puede semejante GENTUZA abrir siquiera la boca?
    Cree el ladrón que todos son de su condición, dice la sabiduría popular, que tú conoces tan bien, y que luchas para que nuestros hijos y nietos no la olviden, ni se dejen manipular por los nuevos truchimanes y sus oropeles.
    No saques el deportivo que tienes escondido en el desván... y espera como los antiguos sentado a la puerta de tu casa: verás pasar el cadáver de tu enemigo (de nuestro enemigo, del enemigo de Grandas y de Asturias, del enemigo de todos...).
    Entre otras cosas el hecho mismo de que te ningunearan no reconociéndote siquiera como director del museo en sus papeles (ni en su sueldo) ahora se vuelve en su contra...
    Su estupidez y su desvergüenza es aún mayor que su maldad y...
    LA BOLA DE NIEVE VA CRECIENDO...
    Un abrazo de tu amigo: José María Blanco-Magadán.

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  5. No me lo podía creer.
    Me ha llegado la noticia por la mujer ejemplar, la de los 88 años, la de las muletas, la que estaba donde y cuando había que estar.
    No atino a decirte lo que siento.
    A la indignación que produce la injusticia, se une la tristeza de ver donde hemos caído.
    Cuanto más indignos son, antes encuentran sus motivos.
    Se lo has puesto fácil. Enseguida destacan las poquísimas voces de los hombres que de verdad son libres. Rápidamente brotan las envidias de los pobres de espíritu, los rencores de los soberbios, las iras de los orgullosos y las ansias de los egoístas.
    Nada hay más insoportable para los ambiciosos del poder que la verdad serena, con voz sencilla, y con la enorme grandeza de la humildad.
    Además eres hombre que te has hecho a ti mismo. ¿Cómo puede eso sentar a los amaestrados y dóciles lacayos de mentes vacías?
    Incluso te has permitido crear el único museo del mundo, donde el visitante puede tocar las cosas.
    Pepe: los museos de verdad tienen que estar llenos de cosas muertas, intocables, distanciadas del osado profanador, dentro de su relicario protector, sin funcionar. Por eso esta gente, dueña de la absoluta verdad, las tiene que proteger, sin darse cuenta de que ellos mismos cumplen todas las condiciones para ser piezas comunes en ese tipo de museos.
    Son motivos, que ahí están y que les valen para destruir.
    Para otros son exactamente los que nos impulsan a admirar, a compartir, a defender, a apoyar, a valorar, a ensalzar, a proteger,…
    Pepe, sabes que no te encuentras solo y que queremos responder a esta repugnante maniobra.
    Así no se puede seguir. Los temas importantes de la sociedad no se pueden dejar en manos de los políticos. La sanidad, la cultura, la enseñanza, la educación, las infraestructuras, la energía, la seguridad, …..son temas demasiado serios para dejarlos en manos de esta gentuza.
    Por que aunque dicen que la mayoría son honestos y trabajadores, admitiendo alguna excepción, mi opinión personal es que es justamente lo contrario. Es una chusma colectiva, con rarísimas excepciones, que solo debería decidir los colores de las banderas, las notas de los himnos y los días de las fiestas.
    Siempre admití aquel concepto básico del asturiano como borracho y dinamitero.
    Por que entendiendo como borracho aquel que disfruta con unas botellas de sidra y un orujillo después de comer. Lo segundo, como ya la minería es casi decorativa y la laxitud y condescendencia se han apoderado de la sociedad, sobretodo entre los más jóvenes, lo pongo en duda. Pero todavía confío y espero que si es necesario accionar se reaccionará.
    Tenemos que hacer frente a todos esos burócratas analfabetos, a esos pelotas de bajo instinto, a los leguleyos sin ética ni moral, a los parásitos ambiciosos, a los inútiles maledicientes, a los dueños de la verdad indiscutible, a los falsos protectores de la sociedad, a los profanadores de la razón, a las cohortes de aduladores, a los chupatintas de menta raída y rasero bajo, a los ambiciosos de poder, a los incapaces para emprender, y a tantos seres ruines que utilizan su mezquindad para sortear los valores serios, profundos e incuestionables de las gentes de bien.
    Les decimos que NO. Que su posición de poder NO prevalecerá sobre la razón y sobre la justicia. Que serán barridos y eliminados, como basura que son, en la primera oportunidad que en la sociedad se presente.
    Hace casi 40 años que te conozco y sé que siempre has dado a los demás lo mejor de ti mismo, y de ti hemos aprendido lo que es la voz de la libertad, y nos has enseñado tus verdades profundas, y hemos disfrutado de tu compañía, y de tu profundo conocimiento del medio y de los trabajos manuales, y por esto y por tantas otras cosas te manifiesto mi profundo respeto, admiración, cariño y unión en esta lucha que ya no puede ser solo tuya.
    Para ti y para todos los tuyos nuestro apoyo incondicional, nuestra ayuda y mi más largo y cálido abrazo

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  6. Estaba segura de que ya había dejado un comentario en esta entrada. Lo que es seguro es que ya había leído este artícuo: me parece más que atinado, muy convincente y de una verdad que se respira en todos sus poros. Me sumo a la indignación y al deseo de rectificación y, desde ya, estoy a disposición para apoyar y participar de todas las iniciativas que se generen al respecto.
    También espero que usted esté bien y que, para mejor estar de todos los que los solemos leerlo, vuelva a transmitirnos su sabiduría a través de este blog
    Un saludo muy grande

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