FORXA DE FERREIRO
Cuando
se llega a cierta edad es uno responsable de sus actos y los juicios son más
pausados. Se pierde la precipitación de la juventud. Se hace, o se cree que se
hace, más consciente de lo que se va a decir y, por consiguiente, cuando se
escribe se cuidan más las palabras. Si al final éstas crean suspicacias no
importa, porque la franqueza debe primar por encima de todo.
Cuando
nadie pide tu opinión la das, si quieres, porque nada te obliga a hacerlo ni te
condiciona ningún compromiso hipócrita. Si así lo haces, sabes que te enfrentas
con la masa que, casi siempre, es la mayoría. Como dice cierto adagio: “¡A
dónde vas, Blas? –A dónde los demás”. Sabes que tu actitud te convierte ante el
prójimo en un ser raro; en un ser al que parece nada le conmueve, aunque sea
todo lo contrario.
Pero
¿por qué en este mundo convulso, no analizan las masas cuál es el motivo que
provoca una acción deleznable? ¿Por qué se pierde la objetividad y no se hace
un análisis objetivo, aunque en él sea tu equivocada opinión la que prima? ¿No
es preferible esto que acudir como en un
hato a engrosarlo? Dicen que la mayoría lleva la razón, pero no siempre es así.
Como prueba, diría que dos fanáticos religiosos de un Islamismo que tiene sus
creyentes tan moderados como cualquier otra religión, cometieron unos crímenes
execrables. Pero ¿quién hay detrás de todo esto? ¿Es que alguien se cree que
los fanatismos surgen por generación espontánea? Es cierto que es condenable el
hecho y yo lo condeno como el que más, pero no por ello dejo de hacerme
preguntas ¡Y ya me gustaría tener respuestas!
No
critico ni censuro a los manifestantes que se reúnen, en este caso, para
solidarizarse con las víctimas, pero me asustan tanto las masas como quien las
convoca, si éstos no son moderados. El grupo puede ser peligroso. Y mucho más
si el que acude a ese duelo va de forma irresponsable, sin criterios firmes. Recuerdo
una manifestación contra cierta guerra, en la que pregunté si estarían allí los
que fabrican armas en las dos fábricas que hay (había) en mi provincia. Me
dijeron que tenían el mismo derecho que yo. No me gustó la respuesta de
aquellos responsables del gobierno. Es como si un torero se halla en una
protesta contra el escarnio del Toro de la Vega y yo reencarnado en el animal. O se está
contra la guerra o no se va a esa pantomima. Creo que hay mucho de parodia en
los actos públicos multitudinarios: los que inducen a la guerra sí están, es
por intereses propios, nunca para la defensa de las masas. Y aunque esto no tenga
mucho que ver con lo tratado, sí va ligado a los hechos.
Es
cierto que voy contracorriente, pero permítaseme dé una explicación, a mi corto
entender, de lo que motiva esta tragedia.
Todo
puede ser causa de chacota. Es fácil mofarse de los demás, pero desde hace
mucho me di cuenta que es cierto que mi libertad termina donde comienza la de
mi prójimo. No de todo se puede hacer risa y si se hace debe uno atenerse a las
consecuencias. Hay en esta tierra un dicho popular que reza que “los curas no
caen de los castaños” (porque no suben a varear los frutos). Esto puede ser
así, pero no justifica el que te metas con el Papa. Si quieres vejarlo, busca
un motivo, pero si quieres hacer un chiste de la religión o de otra cosa hazlo
si con ello disfrutas o es tu medio de vida, pero piensa que los demás están en
su derecho a pararte los pies. Puedes reírte del majadero, porque eso es fácil,
pero ¡ojo!, esto se puede volver en tu contra porque, como seres humanos, son
dignos de respeto. Además es de ser mal nacido burlarse del débil y con esto no
quiero decir que esté justificada una masacre por haberse inmiscuido en sus
asuntos.
Parece
ser que en los templos de religión islámica no existen imágenes de su profeta.
Respeta esto que tú no eres nadie para juzgar otras creencias. Es su credo y
con eso basta. ¿Cómo se puede hacer broma de algo así siendo intelectualmente
maduro? ¿Vale todo en esta loca sociedad?
Cada
cultura, con sus defectos, debe dejar vivir o vegetar a los habitantes que
forman ese pueblo. Si Charlie Hebdo explota la parodia y la burla, solo nos
queda decir por los muertos que la tierra les sea leve. La religión, los medíos
de comunicación y los políticos seguirán manipulándonos y riéndose en sus
mullidas poltronas.
Los
que mueven a las masas, tanto del culto como de cualquier índole, no caen del
castaño. Respetemos todas las creencias para que no demos lugar a que los
fanáticos usen las ametralladoras fabricadas por los poderosos.
Esta
es la visión de un ateo. Y si está equivocado, ¡adios! a lo que pomposamente
llaman civilización
Haxa salú!
No hay comentarios:
Publicar un comentario