Hace bastantes años, había en
este pueblo coches de viajeros. ¡Había viajeros! ¡¿Cómo no iba a haber coches?!
El caso es que salían de esta localidad varios en distintas direcciones. Quiero
decir, que como Grandas está en un cruce de vías o carreteras, pues había
varias líneas, para Navia, para Lugo, para Cangas y……¡no sé cuántas más!
De aquélla ya empezaran las lunas
de miel. No muchas, porque luna no hay más que una. Igual que la madre del
“destripaterrones”. El caso es que los recién juntados, acordaron ir hasta
Coruña ¡Podían haber ido a Gijón! Pues anda qué…..ya verán:
El coche de Galicia y el de Navia
(de los Veigas) salían del mismo lugar y, lógicamente, como el motor antes lo
tenían delante, los coches iban en la dirección de ese mecanismo. Hasta aquí
nada se había alterado. ¡Pero, hete tú! que en el vehículo que iba a Lugo
ocupaba un asiento la moza y en el de la costa el mozo.
¡Pobres!, a ninguno de los dos se
lo aclaró el revisor. ¡Si al menos hubiera ido ella en el de Cangas, igual
coincidían en Oviedo!
Así que separada la pareja, sin
consumación, por una cuestión espacial.
¡Pues anda qué….anda!
¿Vieron?
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