Supongo que muchas de Vs. Ms., habrán oído el caso de aquel señor que escribía a veces en los periódicos artículos de protesta. En verdad que había lugar, pero en cierta ocasión la crítica fue algo más exacerbada y dijo que el alcalde y la mitad de los ediles eran, además de caciques, tontos. Como era de esperar el alcalde lo llamó a capítulo, y tras la correspondiente reprimenda, le conminó a rectificar en la prensa aquellos calificativos un tanto fuera de lugar. Al día siguiente pidió disculpas y dijo que la mitad de los concejales no eran caciques ni tontos.
Por lo tanto, yo rectifico también y digo que la mitad de las corporaciones de este país no son corruptas.
De nada. ¡Faltaría más! Haxa salú
Por lo tanto, yo rectifico también y digo que la mitad de las corporaciones de este país no son corruptas.
De nada. ¡Faltaría más! Haxa salú
Es una línea de separación demasiado precisa, querido Ferreiro.
ResponderEliminarSencillo y contundente. Felicitaciones por el blog.
ResponderEliminarSalud,
Ana