31 de diciembre de 2009
Aunque sólo quedan cinco horas del día, que el cómputo del calendario le asigna al número 364, no pude resistirme a la tentación de escribir la fecha de mañana; como si con este hecho diera por sentado que hoy es mañana. Y saben por qué les digo esto, porque en cierta ocasión que un heterogéneo grupo de estudiantes visitó el Museo de Grandas, había entre ellos una chica de Nueva Zelanda. No recuerdo el lugar en esa inmensa isla, pero sí lo que les dijo a sus compañeros, (me niego a usar los dos géneros) “en mi país hoy es mañana”. Al oírle tan acertada frase, le estreché la mano, como a todos los que voy conociendo de las antípodas, y departí con ella un rato sobre cómo se puede andar cabeza abajo. Me contestó que de la misma manera que aquí (pero ellos menos: la usan para pensar). Por cierto, estuve de acuerdo con ella, y como siempre, seguí pensando en lo relativo de todo.
De todas maneras “mañana” comenzaremos a subir la piedra hasta la cumbre, (quiero decir dentro de 28 horas y 45 minutos)… aquí lo dejé, porque mi mujer me cargo con otra piedra. (Ésta sí la subí).
Decía ayer… no, mejor: digo hoy, que al igual que aquel rey, comenzaremos con denodado esfuerzo la nueva tarea. Pero será mejor que comience por el personaje, por si algunos no lo conocen. Aunque la verdad, a mí esto de los dioses y reyes mitológicos no crean que me va mucho; soy escéptico cuando menos. Es que esto de la Iliada me suena a fantasías de Homero. Sí, sí, porque este Homero, se liaba un poco el hombre. ¿Recuerdan a ese dios al que llamaban Prometeo? ¡Pues igual! Mucho prometeo, prometeo ¡y al final qué! Prometer, prometer, pero como el actual presidente del gobierno, que prometió que no había crisis ¡y ahora dice que se equivocó! No, no, si el que se fie de estos va listo. Y a lo que iba. Este Sísifo, era al parecer, hijo del dios Eolo, y fue rey de Corinto. Pero claro, de tal palo tal astilla, y debía ¡el hombre! tener ciertos “aires” de grandeza. El caso es que algo muy grave debió de hacer, porque le castigaron a subir una enorme mole de piedra por la ladera de un monte hasta la cima. Pero hete aquí que cuando estaba llegando a la cúspide, un dios, vete tú a saber si no fue un ca… (termina en -on como le dijeron a Don Quijote cuando le quemaron los libros); el caso es que le echaron la piedra monte abajo a rodar y rodar hasta que llegó al valle. Y aquí tenemos al rey Sísifo, una y otra vez intentando subir la piedra a la cima, y el ca…, volviendo a tirársela ¿Se imaginan Ustedes si a los reyes, cada vez que hacen algo grave –además de ser reyes- los pusieran a reunir piedras? Este país tendría en Madrid una pirámide, que la de Keops a su lado sería una minucia. Sí, sí ya sé que Ustedes me dirán, o están pensando, en el Felipe II y el Escorial; ¡pero vete a saber cómo lo pasaron los que reunieron las piedras! Porque él seguro que no lo hizo… Y a propósito ¿me puede decir alguien quién fue el primer rey? ¿Quién fue el vanidoso que se autotituló como tal? Porque, no me digan que hace quince o veinte mil años había reyes. Por ejemplo, Atila sería un botarate y bruto pero no era rey. Creo que ni siquiera Alejandro Magno, con sus aires de grandeza lo era. Claro que es fácil imaginarse un grupo social (tribu) que no “regía” bien, que hubiera entre ellos un caudillo algo avispado que se dijera para sí: a estos idos los “rijo” yo en un santiamén, y de paso me forro. Si no fue así, ya me dirán Ustedes cómo se puede hacer uno con tantos bienes, hectáreas de tierra y repartirlo entre sus prosélitos. Así comenzó el nepotismo. ¡En fin, preguntas que surgen! Porque creer, creer, no creo que surgieran, los monarcas por generación espontánea. ¡Y ni a dios! que regentaba el paraíso, se le ocurrió autoproclamarse rey. Esta bien que campeen por sus fueros y se tomen el país como tablero de ajedrez para moverse en la dirección que les venga en gana, pero que no se crean dioses.
Con este asuntillo se me fue el fondo de la cuestión a casa de dios, o el Olimpo que es donde moran las deidades. Así que por lo tanto continuaré:
Año nuevo vida… ¿qué vida? ¡A subir la piedra con Sísifo! Sí, a empujar la lítica mole por la abrupta ladera de la cultura asturiana, en la que el génesis fue preciso, y ahora va como todo lo demás. Sólo falta que si llegamos a la cima, un ca… (termina también en -on o -ona) desbarate lo conseguido hasta ahora, como vienen haciendo desde tiempo inmemorial. De todas maneras, el día 1 es Año Nuevo; el 2, es sábado, día 3, no será cosa de ponerse a mover piedras ¡Coño! El 4 es lunes, está el Museo cerrado. Habrá que dejar todo para el martes. ¡No hombre! ¿El martes 5? ¡Qué va! Si ese día es el que traen los regalos los Reyes y creo que es bastante sacrificio pagar el dispendio. Bueno, pues el 6 nada que es festivo otra vez. Entonces el 7 que ya es laborable ¡Hombre! Total por dos días que hay hasta el sábado, que ya es de descanso. ¿Entonces, el domingo 10 nada, claro? Por supuesto. Así, como quien no quiere la cosa, acabamos de quitarle 10 días al 2010. Ya no le quedan nada más que 355. Empecemos el día 11.
No fue cuento de Año Viejo, es un viejo cuento sobre nuestras inquietudes. Ustedes no tienen culpa. De todas maneras al no extenderse no queda bien explicado. Y ahora tres preguntas:
-¿Los faraones eran dioses y reyes.
-¿Los cetros tienen aguijón? Fustigar sí fustigan.
-¿Los reyes “Magos”, si se dedicaban a la nigromancia y la hechicería ¡qué carajo pintan en el Portal adorando “a un neno” que iba a censurar esas artes? ¡Valientes adivinos!
Si tienen piedra vayan subiéndola, y si no, tírenla, que alguno no estaba demás lapidarlo.
Como siempre: un buen deseo de paz, y felicidad a todos por igual, y que tengan mucha, mucha salú, (incluso a los que gobiernan, porque si enferman, igual se demuestra que no hay anarquía ni crisis, y yo no deseo denostar a nadie).
De todas maneras “mañana” comenzaremos a subir la piedra hasta la cumbre, (quiero decir dentro de 28 horas y 45 minutos)… aquí lo dejé, porque mi mujer me cargo con otra piedra. (Ésta sí la subí).
Decía ayer… no, mejor: digo hoy, que al igual que aquel rey, comenzaremos con denodado esfuerzo la nueva tarea. Pero será mejor que comience por el personaje, por si algunos no lo conocen. Aunque la verdad, a mí esto de los dioses y reyes mitológicos no crean que me va mucho; soy escéptico cuando menos. Es que esto de la Iliada me suena a fantasías de Homero. Sí, sí, porque este Homero, se liaba un poco el hombre. ¿Recuerdan a ese dios al que llamaban Prometeo? ¡Pues igual! Mucho prometeo, prometeo ¡y al final qué! Prometer, prometer, pero como el actual presidente del gobierno, que prometió que no había crisis ¡y ahora dice que se equivocó! No, no, si el que se fie de estos va listo. Y a lo que iba. Este Sísifo, era al parecer, hijo del dios Eolo, y fue rey de Corinto. Pero claro, de tal palo tal astilla, y debía ¡el hombre! tener ciertos “aires” de grandeza. El caso es que algo muy grave debió de hacer, porque le castigaron a subir una enorme mole de piedra por la ladera de un monte hasta la cima. Pero hete aquí que cuando estaba llegando a la cúspide, un dios, vete tú a saber si no fue un ca… (termina en -on como le dijeron a Don Quijote cuando le quemaron los libros); el caso es que le echaron la piedra monte abajo a rodar y rodar hasta que llegó al valle. Y aquí tenemos al rey Sísifo, una y otra vez intentando subir la piedra a la cima, y el ca…, volviendo a tirársela ¿Se imaginan Ustedes si a los reyes, cada vez que hacen algo grave –además de ser reyes- los pusieran a reunir piedras? Este país tendría en Madrid una pirámide, que la de Keops a su lado sería una minucia. Sí, sí ya sé que Ustedes me dirán, o están pensando, en el Felipe II y el Escorial; ¡pero vete a saber cómo lo pasaron los que reunieron las piedras! Porque él seguro que no lo hizo… Y a propósito ¿me puede decir alguien quién fue el primer rey? ¿Quién fue el vanidoso que se autotituló como tal? Porque, no me digan que hace quince o veinte mil años había reyes. Por ejemplo, Atila sería un botarate y bruto pero no era rey. Creo que ni siquiera Alejandro Magno, con sus aires de grandeza lo era. Claro que es fácil imaginarse un grupo social (tribu) que no “regía” bien, que hubiera entre ellos un caudillo algo avispado que se dijera para sí: a estos idos los “rijo” yo en un santiamén, y de paso me forro. Si no fue así, ya me dirán Ustedes cómo se puede hacer uno con tantos bienes, hectáreas de tierra y repartirlo entre sus prosélitos. Así comenzó el nepotismo. ¡En fin, preguntas que surgen! Porque creer, creer, no creo que surgieran, los monarcas por generación espontánea. ¡Y ni a dios! que regentaba el paraíso, se le ocurrió autoproclamarse rey. Esta bien que campeen por sus fueros y se tomen el país como tablero de ajedrez para moverse en la dirección que les venga en gana, pero que no se crean dioses.
Con este asuntillo se me fue el fondo de la cuestión a casa de dios, o el Olimpo que es donde moran las deidades. Así que por lo tanto continuaré:
Año nuevo vida… ¿qué vida? ¡A subir la piedra con Sísifo! Sí, a empujar la lítica mole por la abrupta ladera de la cultura asturiana, en la que el génesis fue preciso, y ahora va como todo lo demás. Sólo falta que si llegamos a la cima, un ca… (termina también en -on o -ona) desbarate lo conseguido hasta ahora, como vienen haciendo desde tiempo inmemorial. De todas maneras, el día 1 es Año Nuevo; el 2, es sábado, día 3, no será cosa de ponerse a mover piedras ¡Coño! El 4 es lunes, está el Museo cerrado. Habrá que dejar todo para el martes. ¡No hombre! ¿El martes 5? ¡Qué va! Si ese día es el que traen los regalos los Reyes y creo que es bastante sacrificio pagar el dispendio. Bueno, pues el 6 nada que es festivo otra vez. Entonces el 7 que ya es laborable ¡Hombre! Total por dos días que hay hasta el sábado, que ya es de descanso. ¿Entonces, el domingo 10 nada, claro? Por supuesto. Así, como quien no quiere la cosa, acabamos de quitarle 10 días al 2010. Ya no le quedan nada más que 355. Empecemos el día 11.
No fue cuento de Año Viejo, es un viejo cuento sobre nuestras inquietudes. Ustedes no tienen culpa. De todas maneras al no extenderse no queda bien explicado. Y ahora tres preguntas:
-¿Los faraones eran dioses y reyes.
-¿Los cetros tienen aguijón? Fustigar sí fustigan.
-¿Los reyes “Magos”, si se dedicaban a la nigromancia y la hechicería ¡qué carajo pintan en el Portal adorando “a un neno” que iba a censurar esas artes? ¡Valientes adivinos!
Si tienen piedra vayan subiéndola, y si no, tírenla, que alguno no estaba demás lapidarlo.
Como siempre: un buen deseo de paz, y felicidad a todos por igual, y que tengan mucha, mucha salú, (incluso a los que gobiernan, porque si enferman, igual se demuestra que no hay anarquía ni crisis, y yo no deseo denostar a nadie).
Como me gustó tu cuento de año viejo, muy apropiado a los tiempos que estamos viviendo, haber si alguno de esos que dicen que se equivocron,lo ponen a subir piedras,y así tomáran ejemplo los que vienen detrás.
ResponderEliminarfeliz 2010
Reyes y políticos nunca subieron ni bajaron piedras, que siempre hubo quien por ellos las moviera.
ResponderEliminarYa me gustaría a mi ver a alguno del gobiernín subir piedras a una colina, porque la montaña, apreciado ferreiro, es mucho para ellos.
ResponderEliminarFeliz 2010 y salud para todos,
Ana